Si en un 70% somos agua, estar en contacto con ella es estar en contacto con nuestra esencia.
El ser humano está compuesto de agua entre un 50 y un 75% y el cerebro es agua en una proporción de hasta el 90% ( Instituto Tomás Pascual), y el planeta Tierra es 70% agua. El agua nos ayuda a regular la temperatura corporal, ayuda en el funcionamiento de los riñones, evita la retención de líquidos, ayuda a la función digestiva, a eliminar sustancias de desecho, lubrica las articulaciones, hidrata la piel, los ojos la boca y la nariz, y posibilita el transporte de nutrientes y oxígenos en la sangre y retrasa el envejecimiento.
Pero más allá de las funciones físicas, según estudios científicos del Laboratorio de Rendimiento Humano de la Universidad de Connecticut, la deshidratación altera el estado de ánimo, baja el nivel de energía y la capacidad cognitiva.
Por eso es tan importante beber de dos a tres litros de agua limpia al día para mejorar el funcionamiento de nuestro cuerpo, mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad cognitiva.
Si de verdad quieres mejorar tu vida, ser emprendedor, genera nuevas ideas de negocio o de ingresos pasivos bebe agua con regularidad durante el día, no esperes a tener sed.
Y el agua no sólo es beneficiosa si la bebemos, sino de cualquier forma en la que contactemos con ella, ya sea en la ducha, en el mar, en la piscina, en lagunas o estanques. Busca sitios donde estar en contacto con el agua como fuente de vida y de inspiración.
De la misma manera que beber y estar en contacto con el agua nos hace estar bien físicamente, emocionalmente y tener más claridad mental, a la inversa ocurre algo similar: El científico Masaro Emoto demostró al congelar y fotografiar el agua de ríos, estanques o vasos la influencia que nuestros pensamientos y emociones tienen sobre ella, de tal manera que el agua sometida a pensamientos y sentimientos de amor y música armónica y agradable, al fotografiarla mostraba formas de estrella y de una pureza blanca mientras que la sometida a mensajes negativos y música satánica mostraba formas deformes y un color marrón. Entonces si nuestros pensamientos y emociones afectan al agua que está fuera de nosotros, en ríos, mares, o la que bebemos la conclusión es que de igual manera afecta al agua que compone nuestro cuerpo, a nosotros mismos.
Tengamos pensamientos y emociones positivas y nuestro cuerpo, nuestras acciones, nuestras ideas serán un reflejo de ello.